Paracas: el tiempo y la arena

El desierto es bello y Paracas es uno de sus mejores representantes. De hecho, la península de Paracas y la bahía, sus islas y las zonas circundantes son algunos de los sitios más atractivos que se encuentran en la costa peruana. Esto no es sólo la consecuencia de su hermoso paisaje y la historia, sino también de los atractivos naturales que presenta, y entre estos, uno que es tan interesante, pero no tan popular es la peculiar geografía y la historia geológica de la zona. La falta de vegetación y la escasa humedad de la zona de Paracas vuelta en un libro abierto de geología en la que también se puede leer sobre el pasado de la Tierra.

Es en Paracas y sus islas donde la vieja cadena montañosa que corre a lo largo de la costa vuelve a aparecer, y donde los sedimentos marinos del Terciario y rocas más antiguas de la Tierra, el Precámbrico, formó antes de que hubiera vida en el planeta, salen a la superficie .

La cordillera de la costa es relativamente corto alcance, que se inicia en los Cerros de Amotape en el norte de Perú, la llamada Silla de Paita y la península de Illescas, y luego se sumerge en el océano, cuando esté cubierto en su mayoría por los sedimentos. Luego reaparece cerca de Paracas, formando las partes altas de la península, y es responsable de la existencia de las islas que se encuentran en la región.

En las zonas altas de esta cordillera se destacan rocas plutónicas, granitos y granodioritas formados en el núcleo de la Tierra, y que aparecen como consecuencia de una fusión de la corteza que sucedió en los tiempos antiguos. Estas deformaciones han traído los sedimentos que son incluso mayores a la superficie y que se puede observar en los acantilados formados por la acción de las olas del mar golpeando contra las laderas más occidentales de la cordillera. Estos acantilados pueden tener hasta 600 metros de altura, y formar verdaderos precipicios como Cerro Lechuza, la colina más alta de la península de Paracas, y Morro Quemado, al sur de la bahía de la Independencia. Los sedimentos más antiguos corresponden al Precámbrico, y donde depositaron hace más de 600 millones de años.

Este es el momento en el que los organismos vivos más primitivos comienzan a aparecer. Y aunque la mayoría de ellos son microscópicos, hay algunas excepciones como algunas pequeñas algas y gusanos. El hecho de que estas antiguas afloramientos no se encuentran comúnmente en territorio peruano convierte la zona de Paracas y las playas situadas al sur, en un importante atractivo geológico.

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