"Yo no soy una tejedora y nunca he sido. De hecho, cuando era niño, mi madre solía tejer suéteres que eran picazón y voluminosos. Inviernos de Chicago fueron brutalmente frío, así que a pesar de la incomodidad, me puse los suéteres. En ese momento, yo era desinteresado en lo material que estaba usando. Lo único que sabía es que eran espinosa y áspera. No fue hasta que me uní al Cuerpo de Paz que mi percepción de tejido de punto y lana empezó a cambiar.
Me pusieron a vivir en una pequeña comunidad andina en la región de Ancash. Fue el punto de apoyo en la mundialmente famosa Cordillera Huayhuash y sólo unas pocas horas de la hermosa ciudad de Huaraz. Para hacer una historia larga y complicada de lo contrario corto, empecé a trabajar con un grupo de mujeres que tuvo una cooperativa de tejer informal. Empecé asesorándoles sobre cómo podrían crear una organización más eficaz y para el final de mis dos años en Perú, fueron tejiendo accesorios de alta calidad hechos de la fibra de alpaca más alta calidad, algo que nunca habían visto o tocado en su vida.
Durante mi tiempo en los Andes, desarrollé un gran reconocimiento por sus habilidades como tejedores y fuerza como madres y sostén de la familia. Estas mujeres, que hablaban quechua a sus madres y españolas a sus hijas, eran artesanos de gran talento. Contaron historias de aprender a tejer en las edades jóvenes de cinco o seis. Era una tradición, una forma de mantener a sí mismos ya sus familias caliente durante las noches de frío sin calor. No era raro que las mujeres se cortan a mano y giro de lana de oveja o compran hilos sintéticos en la tienda local. Irónicamente, su acceso a la fibra de alpaca se limitó a pesar de la proximidad de las granjas de alpaca. Todos sabían, sin embargo, que la alpaca fue el material más caliente alrededor.
He oído mucho acerca de la alpaca que decidí experimentar. Compramos algunos y las mujeres nos quedamos impactados por la suavidad, brillo y la belleza pura de la fibra. Y, como un bono, los chales y los tiros que ellos knit mantienen muy cálido y acogedor! Después me enteré de que la fibra de alpaca es considerada ecológico debido a la forma en que se crían alpacas y porque su fibra no está llena de aceites de lanolina duras. Además, la alpaca es hiper-alergénico, no píldora, y durará toda la vida. Suena mejor que la cachemira? ¡Lo es! Para obtener más información acerca de la fibra de alpaca, haga clic aquí.
Desde su regreso de Perú, he seguido trabajando con las mujeres que conocí allí. Es mi objetivo de compartir los conocimientos de las mujeres y la belleza de alpaca con el resto del mundo. Y, debo mencionar que estoy totalmente enamoré de Perú! He desarrollado un pequeño negocio de comercio justo, Mayu (río en quechua) que vende los productos que hemos creado juntos.
Si usted se encuentra listo para caminata las montañas Huayhuash o si usted está buscando una excursión de un día fuera de los caminos, tener una visita a la zona alrededor de Chiquián, el "Espejito del Cielo". Usted tendrá la oportunidad de visitar a las mujeres hilado de lana o de tejer suéteres en casi cada esquina se pasa. Y si usted está interesado, estoy seguro de que estaría encantado de enseñar a tejer!
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